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Se ha estudiado históricamente la relación creatividad-inteligencia sin mucho éxito, ya que los resultados parecen contradecirse o bien solamente se observa una débil correlación. Existe una interminable bibliografía sobre el tema. Uno de los pocos factores cuya relación directa parece demostrada es la actitud positiva.

Por otro lado, ha quedado patente que el modelo educativo occidental no favorece mucho la creatividad, mala cosa... ¿Quieres hacer un test para comprobar tu nivel creativo?

Un aspecto de la creatividad que siempre me ha interesado es el pensamiento lateral. Y es que el pensamiento lógico es básicamente hipotético y deductivo, con lo cual se encuentra muy limitado cuando hay que buscar soluciones a problemas nuevos que necesitan nuevos enfoques. Por ejemplo, ¿eres capaz de resolver estos 3 enigmas?

Enigma 1: Dos maestros del ajedrez jugaron cinco partidas, cada uno ganó y perdió el mismo número de partidas, pero ninguna terminó en tablas. ¿Cómo es posible?

Enigma 2: Un gato saltó desde el borde de la ventana de un decimosexto piso, y sin embargo no se mató al llegar al suelo. ¿Cómo es posible?

Enigma 3: Una persona tenía una una jarra llena de limonada y una jarra llena de leche. Volcó las dos jarras en un recipiente grande y, sin embargo, la limonada siguió separada de la leche. ¿Cómo es posible?

Con el pensamiento convencional no encontrarás respuestas, necesitas el pensamiento lateral... ¡adelante! Quizá te ayude conocer algunas técnicas.

El descubrimiento más reciente relacionado con la creatividad nos lo brinda el divulgador científico Eduard Punset. Parece ser que en el cerebro hay unos inhibidores latentes que eliminan gran parte de la información o ruido que no tiene nada que ver con lo que estamos haciendo en un momento dado: leer un libro en el tren, bajar el e-mail o escalar una montaña. Estos inhibidores son los responsables de que podamos concentrar nuestra atención y esfuerzos. Son imprescindibles para sobrevivir… pero no necesariamente para ser creativos. Ahora resulta que varios científicos están demostrando que al pensador creativo le fallan los inhibidores y su cerebro deja, por el contrario, que penetren ideas, ruidos, etc. que no tienen nada o muy poco que ver con el tema en el que tiene la mente focalizada.

La creatividad bien puede ser utilizada también para conseguir un empleo: fíjate en qué cosas son capaces de hacer algunos jóvenes talentos para trabajar en importantes agencias de publicidad:

• Tomás Fernández, director creativo de Tiempo BBDO recibió un día un mono azul por correo. El remitente decía: "he venido aquí para currar".
• Otra persona envió a la misma agencia un tarro con semen y una nota que decía "la publicidad me pone". Ésta consiguió un contrato en prácticas en la agencia.
• Ramón Ollé, director de planificación de Grey Iberia, se sorprendió cuando abrió un sobre y se encontró 30 euros. El dinero venía acompañado de una nota que decía: "Me apuesto 5.000 pelas a que no me contratáis". Le llamaron de inmediato. Era una chica que ya había conseguido trabajo gracias a su estrategia, y no sólo eso, sino que todas las agencias a las que envió el dinero le llamaron.
• La agencia Tapsa recibió un día un anónimo que decía: "Tenemos secuestrada a una publicista. Si no la entrevistan en una semana la enviaremos en pedazos al Burger King. Adjuntamos su currículum. Sigan las indicaciones y todos saldremos ganando". En la foto del currículum, la chica aparecía amordazada y el papel estaba salpicado con unas manchas rojas simulando sangre.
• A la misma agencia llegó un día un cerebro en formol. En una nota adjunta ponía: "Quien desea llegar lejos, empieza por entregarse al máximo".
• Ángelo Palma, hoy director creativo de SCPF, recuerda que él le envió una lata a Toni Segarra con una nota que decía "sólo quiero respirar un poco de aire de tu agencia". Así empezó como becario hace nueve años.

Ah!, una curiosidad... ¿sabías que el anuncio del caracol y la Coca Cola no lo ideó ninguna agencia de publicidad? ¡Lo crearon y vendieron a la marca 4 estudiantes!