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jueves, 17 de enero de 2008

¿Tiene género el poder?

Lo que está pasando en el "mundo del poder" tanto en España (la decepción de Gallardón y la alegría de Aguirre) como en Estados Unidos (la lucha entre Barack Obama y Hillary Clinton), me ha hecho pensar en una entrevista que La Contra de La Vanguardia hizo a Tom Peters.

Aquí te dejo la entrevista completa al gurú de los gurús empresariales:

El ministro de Trabajo de Clinton, Robert Reich, me explicó un test para detectar futuras presidentas...

Cuéntenos.
Pídale a un empleado varón que lleve a cabo una gestión que exceda sus atribuciones y vaya más allá de su cargo...

Por ejemplo...
... Que le consiga una cita con el presidente de la empresa...

¿Y...?
El varón tiene tan interiorizada la jerarquía que se quedará paralizado y le balbuceará que no tiene ese poder. Déjelo estar. Luego pídale lo mismo a una chica espabilada aunque tenga menor rango que el varón en esa empresa.

¿Ella sí que me la conseguirá?
Las chicas listas son grandes conseguidoras: conocen a alguien que conoce a alguien que es muy próximo a quien decide... ¡Y lograrán lo que les pedía sin tener el poder de conseguirlo! Esas chicas serán presidentas.

Pero ¿por qué no son presidentas ahora?


Buena pregunta: de los 500 ejecutivos con mayor poder de EE. UU., sólo 12 son mujeres.

De los 532 puestos de los consejos de Administración de las 35 empresas del Ibex 35, sólo 19 son mujeres: el 3,57 por ciento.


Tampoco es mucho.

¿Causas?
Unas cuantas, pero empecemos por las bioevolutivas: las mujeres no necesitan tanto el poder como los machos. La medida de su éxito en la vida no se la da ni su sueldo ni sus galones ni su puesto en el escalafón.

¿Eso es ser más o menos inteligentes?
Ellas son más racionales ante al poder y calibran mejor las renuncias que exige llegar a mandar... Y a menudo... ¡pasan! En cambio, el machito asume cualquier sacrificio para lograr la poltrona. Las mujeres saben que a menudo el poder cuesta más de lo que vale.

¿Sólo por eso lo monopolizan ellos?
En gran parte, sí, pero lo más divertido es que sabemos por los antropólogos sociales que, en realidad, los tíos ni siquiera nos sacrificamos porque de verdad queramos el cargo...

¿Ah, no?
La causa de que aceptemos todo tipo de renuncias para conseguir la poltrona es... ¡sobre todo que no se la den al otro! Eso descubrimos al bucear en los escalafones empresariales: la envidia puede más que la ambición.

Muy listos no parecemos.
Después, claro está, si usted fuera mujer y viera que sólo el 3,57 por ciento de los cargos directivos de las mayores empresas españolas son para mujeres..., ¿de verdad creería que tiene alguna oportunidad real de conseguir una de esas poltronas con olor a macho?

...
¿Qué pensará si una mujer le mira directamente a los ojos y le pide algo con seguridad?

¿. ..?
En cambio, si un compañero quiere hablar con usted "de hombre a hombre", agradecerá que le sostenga la mirada. Las mujeres decididas y con las ideas claras sobre sus ambiciones son tachadas de zorras ambiciosas...


Hombre, yo no sería tan gráfico.
... En cambio, un tío que actúa así es un tipo que tiene las ideas claras y sabe lo que quiere... ¡Todo un ejecutivo!

También ellas se equivocan al mandar.
Por eso sólo hay una cosa que sería tan mala como los actuales consejos de administración de encorbatados caucásicos cincuentones...

... ¿Cuál?
Un consejo de administración en el que sólo hubiera mujeres.

Diversidad en el poder empresarial.
Pero no por ética: yo no soy una ONG, yo soy asesor de empresas. Necesitamos mujeres que manden porque las empresas con consejos de administración paritarios ganan más.

¿Por qué?
¿No leyó el excelente monográfico de The Economist?:¡las mujeres toman casi todas las decisiones de gasto y ahorro en la mayoría de las familias de todo el planeta! Y, además, viven más que sus maridos millonarios.

Pero el poder lo siguen teniendo cincuentones blancos y canosos.
Recuerdo el consejo que le di a una multinacional aseguradora: "Enhorabuena, porque tienen ustedes un consejo ejecutivo muy diverso: hay cincuentones blancos altos y cincuentones blancos bajitos; cincuentones blancos delgados y cincuentones blancos gordos... ¿Acaso se extrañan de que la competencia les esté quitando el pujante segmento del mercado de los que no son ni hombres ni cincuentones ni blancos?".

¿Cuál era el consejo a esa aseguradora?
Las mujeres hoy deciden qué seguros se compran en casa, y si aquellos cincuentones blancos querían evitar que les robaran el queso otros ratones más listos, tendrían que ponerlas a ellas a decidir su estrategia en el consejo de administración de su empresa.

Me temo que eso va para largo.
No subestime la capacidad de un mercado libre para cambiar las cosas y, mientras tanto, tome nota del siguiente gran cambio...

¿Por dónde apunta usted ahora?
¿Cuántos años tiene uno ahora a los 50?

¿Medio siglo?
¡Es sólo la mitad de su vida! Cada ciudadano americano compra doce coches en su vida y siete los decide después de los 50: incorporar a los nuevos séniors, que ya tienen mayor poder de compra, a los centros de decisión es mi próximo reto.

Palabra de Tom Peters...

6 comentarios:

Paquito dijo...

Muy curioso e interesante (sí señor :-)).

Por cierto: ¿Por qué aparecen pop-ups cada vez que se hace click en cualquier lado de tu blog? Es la mar de molesto tío...

Un saludete desde Amsterdam,

Paquito.

Anónimo dijo...

El gurú John Hall es un gran seguidor de Tom Peters...

Y yo,...soy una fiel admiradora de las teorías de John Hall.

Raquel dijo...

Gracias por rescatarnos esta entrevista. Muy buena y muy curiosa.

intoku dijo...

paquito, ya sé esto de los pop ups, no tengo ni idea de lo que es. Si averiguo de donde sale, me lo cargo.

Pilarll dijo...

Grácias por colgar la entrevista. Muy buena. Esto me ha recordado el famoso "Techo de cristal" que tenemos las mujeres y que nos impide acceder a los puestos de dirección.

intoku dijo...

De nada raquel y pilar!

Suelo guardarlas todas, cada mañana las guardo en un word.

Saludos!

Intoku.