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martes, 25 de marzo de 2008

Nuestro derecho a dudar

Es muy común que ante una situación determinada, la gente se posiciones en un lado concreto. En el "" o en el "no"; en el "blanco" o en el "negro"; en el "todo" o en el "nada"...

En una conversación cualquiera, es posible que las personas tengan una opinión formada, debido a su propia experiencia previa o bien simplemente anticipando una posible respuesta ante la eventual situación planteada.

En cualquier caso, pocas veces escuchamos a nuestro/a interlocutor/a expresarse en los términos "depende", "no lo tengo claro" o "puede ser". Más bien escuchamos cosas como "supongo que...", "debe ser por..." o "seguramente es por...".

¿Por qué?

En Contraejemplo 2.0 pensaban como yo en el beneficio de la duda, aunque solamente 2 días más tarde se arrepintieron en el peligro de la duda. ¡Eso sí que es dudar!

Nos han educado para dar respuestas, para no dudar; para tener una opinión sobre todo, sea nuestra o ajena. Hay quien afirma que todo el mundo tiene una opinión. Creo que es cierto, pero quizá en ocasiones una opinión sincera e igual de válida es "no lo tengo claro".

Nuestra cultura occidental ha demostrado que no lo entiende, pero los orientales sí contemplan este aspecto de humildad i sabiduría a la vez, a veces misterioso, hasta el punto de educar a las nuevas generaciones con cuentos y fábulas que no acostumbran a tener un final del tipo "fueron felices y comieron perdices", sino enigmas que quedan abiertos, sin resolver. Todo lo contrario que mis acertijos.

No necesariamente sabe más quien da más respuestas, es una trampa que arrastramos desde el sofismo post-socrático. De hecho, la credibilidad del que admite sus dudas casi siempre aumenta a ojos de los/as interlocutores/as más exigentes.

Por cierto, si te suena la fotografía del post es posible que sea del blog Psicología.

11 comentarios:

Senior Manager dijo...

Pienso que esto de las dudas tiene que ver con la toma de decisiones... A las generaciones actuales se les ha enseñado poco a decidir y eso se comprueba pues muchas veces ni saben porque están haciendo algo. Hay que enseñar a tomar partido y a mantener posición... De hecho estoy por publicar un post que ahondará más en este tema...

Paquito dijo...

Sería mucho peor: nos han educado para ganar pero no para perder y eso creo que a veces nos hace cometer errores y pagar desde el punto de vista personal por ellos...

Creo que nos falta educación emocional: errar es humano y necesario para crecer. Hacer las cosas bien es fantástico pero cuando se hacen mal, sobre todo hay que entender las causas del error, racionalizarlas, aprender de ellas y seguir adelante...

No es extraño que el número de casos de ansiedad, estres y depresión causadas por el trabajo se hayan disparado: no sabemos lidiar con ellas desde el punto de vista que comento (nos machacamos personalmente por errores profesionales que, en realidad, el 90% de las veces apenas tienen impacto).

Un saludete,

Paquito.

Félix dijo...

Muy de acuerdo con Paquito. Por añadir algo, veo dos cuestiones: por un lado, la contraparte en una conversación no suele admitir errores en el otro, los penaliza enseguida atacando por ese lado. Mientras que una posición equivocada es hasta defendible, y generalmente no se demostrará equivocada hasta pasado cierto tiempo, la vacilación es interpretada como síntoma de debilidad: esto es, un error asumido antes de tiempo.

La segunda cuestión es la falta de humildad, la falta de empatía, de saber escuchar, de vocación de aprendizaje y de no sé cuántas cosas más, que en general tenemos y que son necesarias para reconocer que no tenemos una opinión clara formada.

Mercedes Pajarón dijo...

Hoy yo no tenía claro si debía dejar un comentario o no...

Anónimo dijo...

Preclaro y natural, Paquito!!!, hay que vender las cosas como perfectas, hay que ser tajante para intimidar, para que no desmoronen nuestro castillo de naipes, el problema no es tanto el "no dudar", como el no aceptar que podemos haber estado equivocados.

Ekaizen dijo...

Yo estoy de acuerdo, o no?.

Un saludo

intoku dijo...

Gracias por vuestras interesantes puntos de vista. Estoy bastante de acuerdo con vosotros: HUMILDAD, ese desconocido, jeje..

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Intoku,

Felicitarte por este artículo.

Efectivamente en el mundo occidental no se contempla la duda y nos quieren inculcar mentalidad ganadora. Esto esta muy bien, sin embargo, se olvidan enseñarnos que también existe el fracaso y que no pasa nada por ello. De los fracasos se aprende mucho.

Es más también deberían dejar constancia de que la duda es algo que puede y debe existir en las personas ante cualquier aspecto de la vida.

intoku dijo...

Hola Juan Martínez, compañero de profesión; muchas gracias por compartir tu opinión con nosotros.

En referencia a lo que dices, te recomiendo:

Saber perder

Perder es ganar

¡Un saludo!

Anónimo dijo...

No se si dejar un comentario,eso significaria dar mi punto de vista,y lo que queda claro es que hay que star abiert@ a todas las opiniones¿no?.

Tambien la verdad tiene tantas caras como ojos la miran,entonces¿qiuen lleva razon y quien no?.

UN poco ya en "serio"yo siempre he aprendido de mis errores más que de mis aciertos(te obligan a examinarlos mas),todas las decisiones llevan aparejadas varias opciones o sea 50% de error/acierto,eso te enseña a afinar cada vez mas y por lo tanto acertar cada vez mas.

Menosesmas.

intoku dijo...

Yo también pienso que se aprende más de los errores, aunque todo enseña.