Ya estamos a fin de mes y, si no has cobrado ya, poco debe faltar. Seguro que el día de cobro es uno de los más llevaderos en el trabajo.
No obstante, aunque no lo reconozcamos nunca, no trabajamos solamente por el dinero. Es obvio que sin cobrar nadie movería un dedo, pero el dinero no es el único motivo, aunque nos mueve. Hacen falta más cosas.
¿Qué hay de sentirse útil? ¿Qué hay de ver la importancia de tu trabajo? ¿Y el reconocimiento por un trabajo bien hecho?
No hace mucho algunos comentábais que seguirías trabajando... ¡aún siendo ricos!
Decía un profesor que tuve en la facultad de psicología de la Universidad de Barcelona, que fue del que más aprendí en 4 años, que del mismo modo que el objetivo de la vida no es respirar, el objetivo del trabajo no es ganar dinero. Si no respiramos, dejamos de vivir; pero no es el motivo por el cual vivimos.
"Me interesa el futuro - decía Woody Allen- porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mis días". Del mismo modo al ciudadano le preocupa su lugar de trabajo y las condiciones que le acompañan. Hubo un tiempo en que el máximo lujo que se podía esperar de una empresa -más allá del sueldo- era un vale de economato, turrón por Navidad y una cubertería a los veinte años de fidelidad. Hoy la realidad empresarial tiende a sustituir el paternalismo por incentivos económicos, mientras los trabajadores tienden a reclamar valores intangibles: respeto, independencia, calidad de vida...
En trabajos que requieren un elevado nivel de iniciativa personal, señalan los expertos en relaciones laborales, cuidar la calidad de vida de los trabajadores acaba siendo beneficioso para las empresas, aunque cuidar esta calidad de vida requiere inversiones y al principio pueda parecer más costoso. La conclusión se basa en que, si un trabajador se encuentra a gusto con su trabajo, estará más motivado y rendirá más. Ejemplos de empresas como Google en Estados Unidos o MRW en España, que cuidan el bienestar de los trabajadores y obtienen grandes beneficios, sustentan esta teoría.
Decía un profesor que tuve en la facultad de psicología de la Universidad de Barcelona, que fue del que más aprendí en 4 años, que del mismo modo que el objetivo de la vida no es respirar, el objetivo del trabajo no es ganar dinero. Si no respiramos, dejamos de vivir; pero no es el motivo por el cual vivimos.
"Me interesa el futuro - decía Woody Allen- porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mis días". Del mismo modo al ciudadano le preocupa su lugar de trabajo y las condiciones que le acompañan. Hubo un tiempo en que el máximo lujo que se podía esperar de una empresa -más allá del sueldo- era un vale de economato, turrón por Navidad y una cubertería a los veinte años de fidelidad. Hoy la realidad empresarial tiende a sustituir el paternalismo por incentivos económicos, mientras los trabajadores tienden a reclamar valores intangibles: respeto, independencia, calidad de vida...
En trabajos que requieren un elevado nivel de iniciativa personal, señalan los expertos en relaciones laborales, cuidar la calidad de vida de los trabajadores acaba siendo beneficioso para las empresas, aunque cuidar esta calidad de vida requiere inversiones y al principio pueda parecer más costoso. La conclusión se basa en que, si un trabajador se encuentra a gusto con su trabajo, estará más motivado y rendirá más. Ejemplos de empresas como Google en Estados Unidos o MRW en España, que cuidan el bienestar de los trabajadores y obtienen grandes beneficios, sustentan esta teoría.
No todo es el dinero: guarderías, salas de gimnasio, restaurante de empresa, horario flexible... no tiene desperdicio la frase de Nuria Chinchilla, profesora del IESE: "En España hacemos horarios religiosos: se entra a la hora que Dios manda y se sale cuando Dios quiere".
Puntos que valoran los trabajadores
1. El proyecto empresarial
2. Flexibilidad de turnos
3. Personalidad y autoridad moral de quien dirige
4. Que esté cerca de casa o transporte gratuito
5. Guarderías de empresa o tickets equivalentes
6. Salas de gimnasio, ocio, solarium, biblioteca...
7. Ayudas para cursos de formación
8. Jornadas intensivas o reducción de jornada
9. Comedor de empresa
10. Posibles excedenciasFuente: La Vanguardia
14 comentarios:
Además, de trabajar en un entorno digno...
¿A qué te refieres chusdb?
Por ejemplo, trabajar en un estercolero??
Jajajjaa
No creo yo que a los basureros les parezca bien esa reflexión pero bueno.
Creo sinceramente que el dinero (o la falta de él) es simplemente el que hace saltar por los aires todo, simplemente porque es tangible y podemos acotarlo ("me gustaría ganar..." o incluso "es que yo debería cobrar...") Peor los verdaderos motivos siempre son intangibles que van minando nuestra calidad de vida y esperanzas laborales.
Uno no sabe porque, pero llega un momento que estalla y la culpa siempre se la hecha al dinero, pero...¿es verdaderamente el responsable?
Un abrazo
Lo siento, Rubén, pero de la misma manera que 2 y 2 no son 5, "hecha" y "echa" no tienen el mismo significado. Quítale la "h" a "la culpa siempre se la hecha al dinero", please! :-)
PD.- Y ese "porque", separado y con acento...
...¡pues aparte de tener que trabajar en unas sillas adecuadas, con la luz necesaria, y temperatura correcta y no extrema(esa temperatura que hace que tengamos que vestir de verano en invierno y vicaversa),tanto en invierno como en verano... camaradería, compañerismo y buen ambiente!
merce, en este caso el "porque..." de rubén está bien escrito. ¿Por qué.....? (interrogación) y él ha respondido:..."simplemente porque es.....". De todas formas, está bien corregir con cariño la ortografía. ¡un saludo!
Jajjajajaa
Con cariño sí, peor también con acierto. Asumo mi error por las prisas en la h díscola, pero en ocasiones todos y todas fallamos merce, como has podido observar y es bueno reconocerlo (como en la composición de tu primera frase en la que introduces una coma de más) . Respecto al por qué, he de decir que aunque agradezco la defensa, reconozco de nuevo mi error, ya que hago referencia a un objeto concreto que se esconde en el "qué" que debería estar separado y con acento.
No obstante y con cariño, aunque sea siempre un placer ver cómo se corrigen las faltas de ortografía, para un correcto uso del castellano, no estaría mal que también se expongan criterios referidos al post ¿no?
Y que conste que no es para defenderme, puesto que ya me conocerás y sabrás que prefiero siempre el contenido al continente.
Un saludo
pd. chusdb: totalmente contigo. Condiciones dignas en TODOS los puestos de trabajo. Mejor un entorno sano que un edificio bonito (uy, una vez más dando prioridad al contenido y no al continente...jejeje
Rubén, asumo mi culpa de no comentar el post e ir directamente a las "h" y los "porques /por qués, etc"... ¡Lo siento, maldita y obsesiva deformación profesional! ¡Y perdón, Intoku!
¡Un saludo a los dos!
PD.- Lamento decir que mis comitas están en su sitio... ¡Vaaaale, ya me callo! ;-)
Jajajajjaa, merce, no pasa nada y no seré yo quien intente corregirte pero al poner la coma delante de la palabra y después, consigues una palabra muerta (que en este caso es mi nombre) rompiendo el ritmo y perdiendo el significado de la pausa.
"Lo siento Rubén," sería la forma correcta. Ya que a quien estás pidiendo disculpas es a Rubén y no es una disculpa general.
Por cierto, ¿a qué te dedicas? (puede que salga algo bueno de todo esto ya verás)
pd. Clases de ortografía en el post de Intoku... lo siento
No me acuerdo de quién era la teoría de la motivación extrínseca e intrínseca. La motivación extrínseca como el salario, el comedor, el aparcamiento, y hasta el horario y la flexibilidad si me apuras, son condiciones que, cuando se mejoran, motivan a corto plazo. Transcurrido poco tiempo se "amortizan" y dejan de ser un elemento motivador para el trabajo. Podríamos decir que son requisitos necesarios pero no suficientes. La motivación que no pierde vigencia es la interna, que tiene que ver con el reto personal, el gusto por el trabajo bien hecho, las relaciones personales con clientes o compañeros, etc.
-motivación estrínseca: salario
-motivación intrínseca: el proyecto y la propia carrera
-motivación trascendental: apoyar el proyecto de la empresa u organización, la causa, más allá de lo personal ("ponerse la camiseta de la empresa")
Personalmente tuve una mala experiencia con una empresa en donde no me otorgaron beneficios
-salariales: ganaba muy poco
-legales: estaba "en negro"
-emocionales: algunos compañeros me trataban mal
Esto último hubiera sido lo más sencillo de resolver y sin embargo fue lo que más me molestaba de ese trabajo, el mal clima laboral, un aspecto humano.
Eso pesa mucho
saludos!
Hola! Me voy un par de días del blog y la que se lía... jajaja!!
Bien, está para eso, no?
Laura, bienvenida al blog desde Argentina!!
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