Siempre me ha hecho gracia la frase “(tal o cual persona) me saca de mis casillas”. Lo cierto es que nadie puede sacarte de tus casillas, porque son tuyas. En todo caso, tú decides salir de ellas.
Me explico: a diferencia de una agresión física, en una agresión verbal (que en muchos casos pueden ser más hirientes que un golpe), siempre tienes la última palabra. Es tu decisión.
Si recuerdas el post sobre el locus de control, en toda situación adversa o de éxito puedes atribuir las causas al mundo en general (los demás, un ser superior, la suerte, la casualidad, etc.) o bien atribuirlo a tu esfuerzo, tus ideas, tu trabajo, etc.
El autocontrol es, por definición, cosa tuya. Nadie va a saber estar por ti; nadie va a mantener la calma por ti… pero tampoco nadie va a hacerte perder los nervios, en todo caso decides perderlos tú. Y no es una postura muy inteligente, ya que los nervios son la única cosa de la que no te puedes librar perdiéndolos.
En un caso extremo, siempre puedes repetir en voz alta aquello de “Gusfraba" (sonido de origen esquimal que las madres pronunciaban para calmar a sus bebés).
Y recuerda la genial frase del pensador contemporáneo Fernando Savater que ya publiqué en otro post: “No podemos añadir más minutos a la vida, pero si más vida a cada minuto".
jueves, 7 de junio de 2007
Auto control
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5 comentarios:
"tampoco nadie va a hacerte perder los nervios, en todo caso decides perderlos tú".
...En cualquier caso, el resultado es el mismo, ¿no? (lo dice una a la que le cuesta controlarse)
Nooo! Aquí es precisamente donde está la falacia.
Si la decisión es tuya, puedes tomar otra, no?
... Lo gracioso del asunto es que...tomas la misma decisión: perder los nervios.
Sólo que eres consciente de que "podías no haberlo hecho".
Pues yo soy de los que decide SIEMPRE no perderlos. Es mi decisión, y la tomo a consciencia. Alguna vez los pierdo como estrategia (en algun partido para calentar la cosa) pero ejerzo mi autocontrol siempre.
¡Es cuestión de probarlo!
Suena facil decirlo... Pero en el momento q nos llenamos de ira todo se olvida.. Y de verdad me cuesta controlarme mucho
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