Probablemente me meto en un terreno que debería dejar para el blog musical por excelencia “música para todo”, pero quiero hacer sólo una breve reflexión y el ejemplo musical me resulta muy gráfico.
Se acostumbran a copiar los patrones de éxito. El típico grupo de 5 miembros gustó y aprovechando el filón proliferaron bandas para explotar la gallina de los huevos de oro: New Kids on the Block, Take That, Spice Girls, N’Sync, The backstreet boys… está claro que al grupo español The Nash le faltó un integrante para triunfar… o quizá hubiera hecho falta algo más...
Precisamente pensando en España, el discreto pero constante estilo de éxito de Joaquín Sabina parece mimetizarse en las canciones de los hermanos Muñoz, los catalanes Estopa que, a su vez, parecen reencarnarse en el tono y temáticas del asturiano Melendi.
Palabras como falda, luna, ojos, boca, vino, calle, noche, metro, arte, ruido... son una constante en estos artistas.
A pesar de que repitiendo el patrón se repita el éxito, siempre se recurre al original para hacer las comparativas. Otro ejemplo evidente: Cuando explota el boom Carlos Baute hablamos de “el nuevo Ricky Martin”. Incluso ahora, con el reestyling de David Bisbal, volvemos a decir: “es el Ricky Martin español”.
Pero a pesar de las copias, unas malas y otras mejores, siempre habrá solamente un Ricky Martín y un Joaquín Sabina, porque ser auténtico es ser único.
Se acostumbran a copiar los patrones de éxito. El típico grupo de 5 miembros gustó y aprovechando el filón proliferaron bandas para explotar la gallina de los huevos de oro: New Kids on the Block, Take That, Spice Girls, N’Sync, The backstreet boys… está claro que al grupo español The Nash le faltó un integrante para triunfar… o quizá hubiera hecho falta algo más...
Precisamente pensando en España, el discreto pero constante estilo de éxito de Joaquín Sabina parece mimetizarse en las canciones de los hermanos Muñoz, los catalanes Estopa que, a su vez, parecen reencarnarse en el tono y temáticas del asturiano Melendi.
Palabras como falda, luna, ojos, boca, vino, calle, noche, metro, arte, ruido... son una constante en estos artistas.
A pesar de que repitiendo el patrón se repita el éxito, siempre se recurre al original para hacer las comparativas. Otro ejemplo evidente: Cuando explota el boom Carlos Baute hablamos de “el nuevo Ricky Martin”. Incluso ahora, con el reestyling de David Bisbal, volvemos a decir: “es el Ricky Martin español”.
Pero a pesar de las copias, unas malas y otras mejores, siempre habrá solamente un Ricky Martín y un Joaquín Sabina, porque ser auténtico es ser único.
7 comentarios:
Como autor del post citado (musicaparatodo) te diré que ni yo lo hubiese hecho mejor. Estoy absolutamente de acuerdo en todo lo que dices. Pero lo peor de todo son las copias que encima no reconocen serlo, porque Estopa siempre hablan de el "maestro" Sabina, pero Melendi dice que tiene un estilo propio...Enhorabuena por el post, ¡Sigue hablando de música!
En este caso, salvo Sabina, los demás grupos de los que hablas no los escucho...
Un país donde la música se mueve a toque de corneta de "Los 40 Criminales" es un país que tiene un problema cultural importante...
Interesante reflexión la tuya en cualquier caso :-)
Saludos,
Paquito.
Paquito's World
Lástima de tanta mediocridad en la música. Es un consuelo que los auténticos disipen la niebla de la mediocridad.
Tienes mucha razón pero yo creo que también influyen las compañias discograficas porque muchos cantantes primero se ven obligados a cantar lo que ellas quieren y luego cuando ya ganan algo dinero (si llegan a ganarlo...)pues hacen la musica que quieren sea copia u original...
Eso si, no consiento comparaciones entre Ricky Martin y Bisbal, por favooor... ya le gustaria a bisbal tener un "rizo" de Ricky Martin...jejeje.
Ciao
jajaja, se nota un cierto aprecio a Ricky Martin en tu comentarios Ados!
Gracias Enric, Paquito e Interrogación también por vuestras aportaciones!
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