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jueves, 27 de septiembre de 2007

Negatividad, también en el trabajo

El post anterior destacaba la importancia de ser positivo/a todas las veces que la vida te pone a prueba, que son varias... Tener que trabajar es una de estas "piedras" que hay que saber llevar de la mejor manera posible, especialmente si no se trata del empleo de tu vida.

Justo ayer apareció en el periódico El País esto:

Sólo el 34% de los trabajadores españoles se sienten comprometidos laboralmente con su empresa y están dispuesto a realizar sobreesfuerzos más allá de las responsabilidades definidas para su puesto de trabajo, según el estudio Compromiso en el trabajo, elaborado por la consultoría de investigación de mercados Quota Research.

Del estudio se desprende también que un 25% de los empleados se declaran "atrapados" en su puesto de trabajo, mientras que el 31% se encuentran en una situación de "alto riesgo" y en busca activa de otro trabajo. El 10% restante se considera "accesible", es decir, le gusta la empresa, pero no se compromete con ella.

El 56% de la población activa empleada en España se declara, pues, "atrapada" o en "alto riesgo", por lo que tienen actitudes negativas hacia la empresa y son una fuente de erosión diaria del beneficio, dato que, según Quota, incita a la reflexión sobre las prácticas de gestión de las empresas españolas.

El estudio, que ha sido elaborado en nueve países, revela, además, que en España el porcentaje de compromiso de los empleados es mucho menor que en el resto de países, en los que el 42% de los trabajadores estaría dispuesto a realizar sobreesfuerzos para la empresa para la que trabaja.

El portavoz de Quota Research, Pedro Escolano, indica que las ventajas materiales pueden comprar la permanencia y la satisfacción en el trabajo, pero fracasan en la compra del compromiso de los empleados, incluso en las situaciones de estancamiento del mercado de trabajo. "Los salarios altos, las stock options y las ventajas sociales son insuficientes para conseguir el compromiso de los empleados", subraya.

Me recuerda bastante al tema central del libro Muertos vivientes, del que ya hablé en este post. (Por cierto, el buscador que hay en la parte izquierda superior del blog, justo encima de las etiquetas, ¡es fantástico! No recordaba donde había escrito sobre el libro y sólo he tenido que escribir "vivientes")

En fin, que hay una gran diferencia entre estar implicado/a y estar comprometido/a. ¿Recuerdas el chiste? Pues eso...

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay un gran PORQUE, ques es el de siempre. ¿Por que siempre tenemos nosotros (el trabajador) la culpa? Dudo que si alguien hace algo para lo que se sienta capacitado y además gana un pastón que le permite vivir bien, no se implique o comprometa en su puesto de trabajo. ¿Por qué no se hace un estudio de lo precarios que son los sueldos o de las pésimas condiciones en que se trabaja en la mayoría de empresas? O sea, tontos y apaleaos...Encima que cobramos mil euros de (con perdón) MIERDA!!! y que estamos capitaneados, la mayor parte de las veces, por completos ineptos, encima tenemos que comprometernos...Creo que no miramos las cosas desde el enfoque adecuado.

Anónimo dijo...

Añado otros "porqués" al de Anónimo (que tiene más razón que un santo):
¿Por qué hay que comprometerse? ¿Por qué hay que implicarse?

Llega un momento en que se olvida que un trabajo es en su origen una manera de ganarse la vida. ¿No hablábamos precisamente el otro día de ser original / volver al origen?

Hagamos un poco este ejercicio, y nos sorprenderemos...

Paquito dijo...

Sí claro, los altos salarios y los benefits son insuficientes para quienes ya los tienen: en España ésto en el 99,99995% (y no es un porcentaje inventado) de las empresas ni se sueña...

Hombre, también es normal que la gente no se sienta comprometida con los proyectos empresariales: jornadas laborales absurdas, falta de productividad, nepotismo, influencias, concursos del tipo "A ver quién la tiene más larga" y cosas así desmoralizan a cualquiera...

Y claro, en un país donde hacer una entrevista de trabajo no es un proceso "profesional" sino que pareces un yonki que va al Proyecto Hombre pidiendo que "la ONG" conceda aceptarte para sacarte adelante, pues claro, ¿Qué se puede esperar?

Eso sí: sé muy positivo, que ponerte el culo como la bandera del Japón tiene su punto... A lo mejor descubres tu punto G masculino...

¡Qué país señor!

Un saludo,

Paquito.
Paquito's World

Enric dijo...

Me parece especialmente acertado eso de: "en un país donde hacer una entrevista de trabajo no es un proceso "profesional" sino que pareces un yonki que va al Proyecto Hombre pidiendo que "la ONG" conceda aceptarte para sacarte adelante".

No hay definición mejor de lo que es una entrevista de trabajo. 100% de acuerdo.

Isabel Burriel dijo...

Es lógico que ocurra eso en España. Mientras que en Europa lo normal es que tu jornada laboral termine a las cinco de la tarde, si tienes que quedarte un rato más, lo echas.
En España, si tu jornada laboral es hasta las siete o las nueve o las dos de la mañana lo último qué piensas es en darle un poco más de tu tiempo a la empresa que, encima, no te va a pagar horas extras.

Carmen dijo...

Por ejemplo: todas las personas encargadas de RRHH detestan su trabajo según he podido yo misma comprobar in situ en cada entrevista que me han hecho... jejeje

;-)

Anónimo dijo...

Hace poco estuve en una empresa donde te ponían un objetivo (sin ser comercial). Si no llegabas a ese objetivo no cobrabas todas las horas extras que habías hecho. Toda una motivación para que te impliques...

intoku dijo...

OK, la opinión general (diría que incuso UNÁNIME) es que el enfoque de la cuestión es parcial.

Estoy de acuerdo. Vamos a verla desde otro punto de vista, en el siguiente post!!!